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Sigüenza, desde mis ventanas

Asomado a la ventana de mi cuarto, que decíamos en el Seminario, empecé a soñar con ser poeta. Principalmente, lírico, pero también épico y dramático. Porque empecé a sentir el mágico atractivo de la ciudad. Su fuerza seductora. Se estampa. Su estética. Su huella histórica. 

Soñaba, sobre todo, las noches en que la luna entraba en mi habitáculo. Me imaginaba rimando versos a su belleza. Escribiendo las hazañas de sus egregios personajes. Dibujando con esmerado lenguaje poético sus admirables edificios, callejuelas, plazas, escondidos rincones. Mayormente, del Casco Viejo, de la Catedral, del Castillo, de la Alameda.

En buena medida, he alcanzado mi sueño. Poemarios, teatro, novelas históricas y cantidad de artículos y referencias a la ciudad, en nuestros medios provinciales.  “Canto a Sigüenza y a sus gentes” es mi poemario más emblemático. “Don Bernardo de Agén” y “Martín de Vandoma”, dos dramas que el Grupo Teatral del Seminario llevó a las tablas con gran aceptación y aplauso. Estos dramas los convertí en novelas históricas, el primero bajo el título “Vísperas de siempre” y el segundo “En libertad bajo sospecha”. 

Es evidente que esta ciudad se me metió en el alma, en el corazón y en la memoria que ella ha perfumado toda mi trayectoria literaria. En mis treinta publicaciones. Explícita o implícitamente. Y me siento agradecido y orgulloso de que haya sido así porque Sigüenza, “su luz, su arte, su historia, /  su piedra y su silencio, / son el lujo más alto / que puede permitirse un alcarreño”.

No soy seguntino de nacimiento. Lo soy de renacimiento, porque Sigüenza (doce años de estudiante y treinta y cinco de profesor) ha configurado mi temple espiritual, mi talante humano y mi estética literaria.

Por si alguna deuda tengo aún pendiente con esta hermosa ciudad, me gustaría saldarla brindándole, desde la ventana del cuarto residencial donde hoy resido, mi admiración, mi elogio, mi gratitud y mi amor de esos que llaman eternos.

                       Francisco Vaquerizo Moreno
Poeta

Letras Vivas