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Paisaje Cultural de Sigüenza

Paisaje Cultural es cualquier parte del territorio cuyo carácter sea el resultado de la acción e interacción de factores naturales y/o humanos.

Paseo por los mismos caminos desde hace mas de medio siglo, disfrutando con los cinco sentidos, descubriendo la íntima y larga relación entre la actividad humana y ese entorno natural que me tiene enamorada.

Tres ríos son responsables de su orografía: el río Henares, que permitió el asentamiento de la ciudad de mayor tamaño; el río Salado, impulsor de riqueza y prosperidad y el río Dulce, galardonado por su buen trabajo en el Parque Natural.

Y entre ellos se levantan suaves lomas por las que aparecen y desaparecen estrechos senderos de tierra que me llevan hasta parideras, palomares, cerradas, viejos molinos,  salinas, ermitas y lavaderos todos ellos testigos de la actividad de los hombres y mujeres que antes que yo vivieron, esta tierra. Seres humanos que talaron bosques para sembrar; condujeron el agua para regar y lavar, para extraer sal, o moler el trigo, y que pasearon su ganado durante los fríos inviernos. Gente dura que calentó su hogar con las ramas de quejigos y encinas, dejando huella de su existencia, modelando paulatinamente este paraje tan singular.

Un territorio austero de suelos desnudos, pedregosos con vivos colores rojizos, naranjas y ocres que los hace únicos; suelos interrumpidos por pequeños riachuelos y sus bosques de galería y, en lo alto de la colina, un castillo o simplemente una torre que vigila el paso del tiempo.

El tesoro desconocido de Sigüenza son las pequeñas y humildes construcciones que nos dejaron sus habitantes salpicadas entre aliagas, sabinas, robles, y barrancos. El verdadero tesoro por descubrir en Sigüenza es su Paisaje Cultural.

María Morera Pintos
Bióloga Paisajista

Letras Vivas